La rehabilitación de fachadas es una de las reformas más demandadas en viviendas que han superado los 30 años, sin importar si se trata de bloques de edificios o de casas adosadas o independientes. Porque con el paso del tiempo es normal que los materiales se vayan degradando y los edificios pierdan aislamiento, además de parte de su belleza.
Aunque puede parecer una reforma compleja, lo cierto es que este tipo de obras son cada vez más sencillas y más rápidas de llevar a cabo, así que hay que perderles el miedo.
¿Qué es la rehabilitación de fachadas y qué beneficios aporta?
Este tipo de reformas incluyen todas las actividades necesarias para rehabilitar, restaurar y mantener la parte exterior de los edificios. Lo que se busca es conseguir una mejora a nivel de seguridad, de estética y de eficiencia energética.
De seguridad, porque una fachada en malas condiciones implica un mayor riesgo de que haya desprendimientos, incluso de que comiencen a aparecer grietas que puedan volverse peligrosas con el paso del tiempo.
Una mejora estética porque es indudable que renovar el aspecto de la fachada contribuye a que el edificio tenga un mejor aspecto y se vea más nuevo. Esto es importante para todos los residentes en el inmueble, pero todavía más para aquellos que desean vender o alquilar su vivienda, porque resultará más atractiva para el público.
En cuanto a la mejora en materia de eficiencia energética, la mayoría de las rehabilitaciones de fachadas implican mejorar el aislamiento del edificio, acabando con los posibles puentes térmicos que se puedan haber ido creando con el tiempo o que, quizá, hayan estado ahí siempre.
Sistemas para la rehabilitación de una fachada
Existen cada vez más, pero vamos a centrarnos en los tres más utilizados:
Sistema de fachada ventilada
Implica crear sobre la fachada existente una especie de sándwich. Se coloca una placa pegada al muro exterior del edificio y sobre él una capa de material aislante y en el exterior una capa no estanca que cubre todas las demás. El resultado es un edificio mucho mejor aislado de la intemperie y también más aislado a nivel acústico. Además, la fachada queda con un aspecto más nuevo.
Otro de los aspectos a destacar de este sistema es que es bastante duradero, por lo que la inversión acaba mereciendo la pena.
Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE)
El SATE se han convertido en uno de los sistemas más populares para la rehabilitación de fachadas en España, por ser efectivo y bastante rápido de llevar a cabo.
En este caso lo que se hace es recubrir la fachada con una serie de capas de aislamiento térmico que se protegen con un mortero de aspecto más estético. La nueva parte exterior del inmueble apenas requiere mantenimiento y puede llegar a durar hasta 50 años. Además, puede reducir el consumo energético en climatización de la vivienda en hasta un 40%.
Sistema enfoscado de mortero de cemento
Aquí lo que se hace es proyectar una capa de unos 15 mm de espesor de un mortero pre dosificado industrialmente sobre la fachada. Es uno de los sistemas más económicos y por eso se recurre a él cuando se busca hacer una mejora con un precio muy ajustado.
Lo malo es que es fácil que aparezcan grietas en la nueva cubierta y además esta no aporta mejoras ni en eficiencia energética ni en aislamiento acústico.
La rehabilitación de fachadas tiene múltiples ventajas que como propietario de una vivienda no deberías pasar por alto. ¿Por qué no aprovechar y mejorar algo más que la estética? Conseguir una casa mejor aislada de la climatología y de los ruidos es ahora más sencillo. ¿Estás pensando en una reforma de este tipo? Podemos ayudarte a conseguir los mejores resultados.