Aunque se les suele asignar un papel bastante secundario en la decoración, las cortinas que decoran una estancia son una pieza fundamental en ella. De su tipo, color, grosor, ajuste o sistema de apertura y cierre depende en muchos casos no solo el aspecto de la ventana. También de toda la estancia. La elección de los tipos de cortinas para cada estancia debe realizarse, por tanto, con mucho cuidado.
Para ello, antes de nada, hay que conocer los tipos de cortinas disponibles. Y de ellos, los que mejor van con la decoración o la cantidad de luz que se desea recibir. Entre los principales están los visillos, los cortinones, los estores, los paneles japoneses y las cortinas venecianas.
Tipos de cortinas: visillos y cortinones, las más clásicas
Los visillos están presentes en la mayoría de los hogares desde hace muchísimos años. Son un tipo de cortinas finas, con un alto nivel de transparencia, y que dejan pasar la luz a su través. Se colocan en ventanas de estancias a las que se quiera dejar pasar la luz, pero sin que desde fuera se pueda apreciar claramente lo que sucede en su interior.
Se pueden colocar de distintos tamaños, dejando que únicamente cubran las ventanas o que lleguen hasta el suelo. En estancias como salones suelen combinarse con cortinas más gruesas a los lados, que se pueden cerrar sobre ellos para cerrar el paso de la luz o contar con más intimidad en un momento dado. Son los cortinones, y aparte de servir para esto, colocados a los lados de unos visillos, también tienen un efecto decorativo.
Dado que son más gruesos que ellos se pueden confeccionar con telas a juego con tapicerías o colchas. También en colores coordinados con ellas. Los visillos, por otro lado, tienden a tener colores claros para facilitar la visibilidad a través de ellos.
Estores y paneles japoneses
Tanto los estores como los paneles japoneses son tipos de cortinas muy demandadas en ambientes decorados con estilos modernos o minimalistas. Ocupan muy poco espacio, por lo que también son adecuados cuando hay poco sitio para colocar cortinas.
Los estores, que se suben y bajan en vertical, quedan recogidos al retirarlos en la parte superior de la ventana, lo que hace que el paso alrededor de la ventana en la que se colocan quede completamente despejado. Incluso pueden llegar a pasar desapercibidos cuando están completamente recogidos. Pueden estar fabricados con distintos tipos de tela y grosores. Así, pueden estar confeccionados con telas ligeras y naturales, de colores claros, para dejar pasar la luz a su través. Pero también con otras telas y materiales más rígidos y opacos, que proporcionan más intimidad.
En cuanto a los paneles japoneses, se trata de uno de los tipos de cortinas más apreciados en estancias con decoración oriental. Están compuestos por varios paneles rectangulares y lisos, colocados en vertical unos junto a otros, para los que se pueden combinar distintos tipos de tejido y colores.
Una de sus principales particularidades es que cuando se abren y se cierran se mueven en horizontal, a izquierda o derecha. De esta manera, cuando se recogen quedan superpuestos. Y el espacio que ocupan a lo largo se reduce al ancho de uno de los paneles.
Cortinas venecianas, una mezcla entre cortinas y persianas
En los últimos años, las cortinas venecianas han ido ganando poco a poco popularidad. Sobre todo, en cocinas, estudios, despachos, dormitorios infantiles y juveniles y baños que tienen ventana. Se diferencian de las demás en varios aspectos. Los principales son los materiales con los que están fabricadas (madera o PVC sobre todo) y el formato de las láminas que la componen.
La base de las cortinas venecianas son láminas delgadas y de aproximadamente un centímetro de alto cada una. Tienen una longitud variable en función del ancho de la ventana y se colocan una encima de otra. Se unen entre ellas mediante un sistema de cuerdas a ambos extremos de las láminas, que son las que las hacen subir, bajar, abrirse o cerrarse. Porque esta es una de las particularidades. Además de subirlas o bajarlas, como el resto de los tipos de cortinas, se pueden abrir o cerrar para dejar pasar más o menos luz a través de ellas.
Con más o menos variantes, los tipos de cortinas que acabamos de mencionar son los más utilizados en decoración en la actualidad. Tanto por sus materiales como por el efecto que producen en las estancias en las que se colocan. Y, por supuesto, por las posibilidades que aportan a la decoración.