
Seguro que más de una vez te ha llamado la atención el suelo de algún espacio por su aspecto liso y pulido. Parece piedra lisa continua, pero no lo es: se trata de microcemento. Este material, que hasta no hace mucho era prácticamente un desconocido fuera de ambientes y edificios industriales se ha ido poco a poco abriendo paso no solo hasta todo tipo de empresas y comercios. También hasta viviendas de todo tipo y prácticamente de cualquier estilo. Sus cualidades le convierten en ideal para revestir el suelo e incluso la pared en multitud de entornos, lo que ha multiplicado su uso en gran cantidad de obras de reforma en viviendas. Eso sí, para muchos, saber qué es el microcemento en realidad sigue siendo un misterio.
El microcemento no es nada más que un compuesto muy utilizado como revestimiento. Especialmente para suelos, aunque también puede encontrarse en paredes de baños o cocinas, cubriendo todo el interior de oficinas e incluso en talleres. Su base es, como se puede deducir de su nombre, el cemento. Pero un tipo del mismo bastante específico, como veremos a continuación.
Qué es el microcemento: características principales
Al ver el nombre, muchos de los que se preguntan qué es el microcemento pueden deducir correctamente que el cemento es una parte importante de sus componentes. O que es la única. Tal como hemos comentado es, efectivamente, la base de este tipo de revestimiento. Se trata de un cemento de prestaciones muy elevadas, pero no es su único componente. El microcemento mezcla cemento con diversas fibras y polímeros.
También lo hace con varios áridos de gran finura, así como con acelerantes. Además, en función del color que se desee dar al revestimiento, también llevará pigmentos para teñir esta mezcla del tono deseado en cada caso.
Su acabado liso y de cierto brillo (o bien mate) hacen que resulte atractivo para instalar en todo tipo de superficies. Además, sus características hacen que para instalarlo no sea necesario retirar el revestimiento anterior. Esto no solo facilita su instalación, sino que también reduce el tiempo necesario para la obra. Además, tener que hacer menos obra rebajará notablemente los gastos que derivan de ella, lo mismo que el nivel de escombros a retirar en una reforma.
Ventajas del uso de revestimientos de microcemento
Cuando alguien que va a hacer una reforma que implique un cambio de revestimientos escucha hablar de este material, lo primero que se pregunta es qué es el microcemento. Y lo siguiente, si su instalación es muy complicada. Pues bien, se trata de un revestimiento que no ofrece ninguna dificultad para su instalación. Además tampoco es necesario retirar el que había previamente en suelos o paredes, puesto que se coloca sobre él. Además, su elevado nivel de adherencia hace que se pegue a él con facilidad.
A esto se une que para su instalación en un suelo no hay que dejar juntas de dilatación. Esto se debe a la elevada resistencia del microcemento a los cambios de temperatura y a la humedad. Gracias a esto ni se contrae ni se dilata. Esto hace que sea especialmente indicado para suelos y revestimientos de baños y cocinas.
Además, es muy resistente, lo que hace que también se pueda utilizar sin problemas en exteriores. Así, los suelos de microcemento que queden a la intemperie permanecen bastante tiempo sin deteriorarse por la lluvia, el granizo o el calor veraniego. Esta característica también está llevando a que se utilice el microcemento en la construcción de muebles de exterior para jardines o parques. Por ejemplo, sillas y mesas fijas para el jardín o la terraza.
Estas ventajas, unidas a su mantenimiento sencillo y a la posibilidad de darle el color deseado, hacen que el microcemento sea muy popular en todo tipo de revestimientos. Eso sí, para su instalación es recomendable contratar a profesionales y expertos.