¿Por qué tener una habitación con baño privado? 5 ideas

Una habitación con baño privado es un privilegio, puesto que te proporciona una intimidad y una funcionalidad que muchos desean, pero no pueden permitirse. Ya que un baño privado dentro de una habitación consiste en una extensión de esta, se debe tratar como tal y no como una estancia aparte. Por eso es importante encontrar una decoración que funcione para ambas partes.

Por lo general, la mayor desventaja que se tiene cuando se desea una habitación con baño privado es que se pierden metros del cuarto porque se ceden a otra habitación. Dependiendo de si se pueden unir varios cuartos o no, se podrán realizar distintos tipos de habitación con baño privado. Tanto por materiales utilizados, por forma o mobiliario implementado en él.

La unificación de espacios puede realizarse de muchas formas. Por una parte, la instalación de puertas corredizas evita el tener que dejar espacio para abrir una puerta por lo que se ganan metros. Por otra parte, el vidrio esmerilado separa el habitáculo a la par que deja entrever lo suficiente como para que la luz pase por ambas estancias. Además existe la opción de que la parte esmerilada del vidrio sea parcial. Esto dejaría la parte más superior con una transparencia y claridad que conseguiría armonizar el conjunto.

Si tras transformar la habitación y el baño se siente como si ambas habitaciones fuesen muy pequeñas se pueden recubrir las paredes exteriores del baño de espejos. Así se consigue una sensación de amplitud. Los espejos reflejan la habitación por lo que parece el doble de grande. Los espejos siempre vienen bien en un cuarto y limpiarlos es fácil. Se pueden instalar incluso en las puertas para ocultar el baño. A fin y al cabo, es privado.

La creación de un baño en forma de rectángulo estrecho al lado de la puerta de entrada consigue que se forme un pequeño pasillo hasta que se llega a la habitación. Esto ayuda a dar incluso más intimidad. Se tendría el doble: por ese pasillo y por el baño. Un baño estrecho es igual de funcional que uno cuadrado. Lo primero al entrar sería un lavabo, después iría el váter y, por último, una ducha al fondo.

Hay colores que son más atractivos que otros dependiendo de la estancia. Los baños blancos siempre son muy apreciados, puesto que los aparatos sanitarios más comunes lo son. Dan aspecto limpio, bonito y brillante. Los tonos azules recuerdan tanto al cielo como al mar, y por eso gustan también en un espacio tan personal. Si se quiere ese sentimiento de que ambos cuartos están juntos lo ideal es decorar con este estilo mediterráneo en ambas habitaciones. Tanto los muebles como los accesorios, baldosas o pintura. Si te parece demasiado clásico, la grifería negra también está de moda.

A pesar de que hemos hablado de formas de separar los espacios en los anteriores puntos hay quien decide tener todo abierto para aprovechar bien el espacio y que luzca como una suite exclusiva. Si tu dormitorio es privado, tiene pestillo y sabes que nadie va a entrar, esta opción es tentadora. La clave es instalar un buen extractor para evitar los olores. También tener ventanas grandes para poder ventilar correctamente y que la humedad se reduzca rápidamente. Una bañera es más indicada que una ducha para evitar salpicaduras, aunque puede esconderse tras un pequeño muro en una esquina o tras la cama. En este estilo de habitación con baño privado hay mucha libertad para decorar.

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