La distribución en planta es un sistema de organización en fábricas y algunos tipos de empresas y negocios. Con ella se busca que las máquinas, los departamentos encargados de los distintos servicios y los equipos que se utilicen para ello tengan la mejor distribución posible. Por tanto, es una de las mejoras que se deben tener en cuenta a la hora de diseñar la distribución de las secciones cuando se construye o se reforma el edificio o el piso en el que se encuentra una empresa.
De hecho, si la distribución en planta no se hizo sobre plano cuando se puso en marcha la compañía, y se buscan mejoras en una reforma, es el momento de aplicarla. Así se conseguirá no solo una mejor coordinación y más eficiencia, así como la solución de múltiples problemas de ejecución y distribución. Por tanto, la planificación del diseño de las instalaciones y el equipamiento de una planta es vital para mejorar su operativa.
Distribución en planta: reduce costes y mejora operaciones
Una distribución en planta implica que el espacio disponible para el equipo se asigne de manera que se consiga la mayor reducción de costes posible. Además, da la oportunidad de disponer cada máquina en el punto más adecuado para que los materiales puedan fluir con la mayor rapidez posible. También para que la producción de materiales sea la más ágil, desde la recepción de los materiales necesarios para producirlos hasta su entrega ya terminados.
Para conseguir esta distribución en una empresa o fábrica que va a sufrir una reforma hay que estudiar el camino que siguen los productos para su manipulación o fabricación. Después hay que plantearse si no sería más práctico que siguiese otro para una mayor agilidad y un menor coste y cambiar la distribución de los equipos y sistemas si es así. En caso de que la fábrica o empresa sea nueva, hay que proceder pensando en el mejor camino para la fabricación y después disponer máquinas y sistemas para conseguirlo.
Qué tener en cuenta para su diseño
La necesidad de rediseñar una distribución en planta puede llegar por varios motivos. Pero hay ciertos momentos que son clave. Por ejemplo, cuando se producen cambios de diseño en un producto. O si la empresa aumenta el tamaño de una planta de fabricación. También es el momento de hacerlo cuando se empieza a fabricar un nuevo producto, o si la empresa crece con la adición de un nuevo departamento. Por supuesto, cuando se va a poner en marcha una planta nueva.
Para el diseño en planta hay que tener en cuenta varios factores. El primero, que puede tener más importancia en función del sector al que se dedique la empresa. También que las características del producto o productos con los que se trabaje tendrán mucho que ver. Por ejemplo, si el producto es ligero se podrá mover más, pero si pesa mucho es mejor no moverlo en exceso.
Si para fabricar un producto hay que utilizar muchas piezas y componentes, hay que intentar que todos recorran el menos espacio que se pueda. También que se manipulen lo más próximos unos de otros. Por eso habrá que reducir el espacio entre las máquinas que se empleen para ensamblarlos. Además, si el tiempo que se tarda en manipular los materiales para formar el producto es muy largo, habrá que ver si se puede reducir agrupando más las máquinas que se empleen para el montaje.
También hay que tener en cuenta si los procesos de fabricación son más artesanales o si se busca conseguir una producción más masiva. En este último caso se buscará que haya espacio para que los operarios puedan moverse con comodidad. Se dejará más espacio en pasillos y entre diferentes grupos de máquinas.
En resumen, que con la distribución en planta lo que se consigue es una mejora en cuando a agilidad en producción, una reducción del tiempo y menores costes. Por lo tanto, es aconsejable abordarla o bien en la construcción de una nueva planta o en su reforma.