El aspecto de las oficinas de una empresa dice mucho de ella. No solo provoca una impresión en quienes las visitan. También son parte en muchos casos de sus operaciones de marketing, ya que sus fotografías aparecen en muchos casos en las zonas de prensa de las páginas web de las compañías. Por tanto, las oficinas son también transmisoras de la imagen de la empresa. A consecuencia de esto, el estilo y la decoración que tiene una oficina no es algo que deba descuidarse. Además, muchas empresas quieren transmitir una imagen de modernidad y actualidad, así que al planificarlas es importante optar por un diseño de oficinas modernas.
Esto quiere decir que, cuando se diseñe este tipo de oficinas, o cuando se reformen, hay que enfocar su aspecto, distribución de espacio, mobiliario e incluso iluminación hacia los estilos y tendencias más en boga en cada caso. Eso sí, habrá que tener en cuenta además otros factores. Por ejemplo, los gustos y preferencias de la dirección de la empresa. También sus necesidades, por supuesto sin descuidar las de la plantilla. Aparte de esto también será necesario adaptar la oficina a la imagen de la empresa en diversos aspectos: colores utilizados, líneas, tipo de letra en indicadores, etc. ¿Cómo aunar todo y conseguir un buen diseño de oficinas modernas?
Diseño de oficinas modernas: personalizado y minimalista
El diseño de oficinas modernas debe tener en cuenta que cada oficina, aunque tenga unas líneas básicas en común con otras, debe ser única. Es decir, debe diferenciarse de otras oficinas. Sobre todo, de las de las empresas que son competencia. Además, debe conseguir que sus clientes, o los que pueden serlo en un momento dado, se lleven la impresión deseada.
Fundamentalmente, el diseño de oficinas modernas, como de cualquier estilo, se referirá al de su interior. Generalmente, el exterior de los edificios de oficinas ofrece muy poco margen para hacer modificaciones. Por tanto, hay que centrarse en el espacio que queda, por así decirlo, de puertas para adentro, en el que el ingrediente principal debe ser el minimalismo. Es la línea predominante en el diseño de oficinas modernas, prescindiendo de todo elemento que no resulte imprescindible para darle más importancia a la luz y al color. O, por ejemplo, al logotipo de la empresa. Menos objetos prescindibles implica también menos elementos de distracción a la hora de trabajar, por lo que el minimalismo tiene doble función: oficinas más despejadas y más productividad en los empleados.
Colorido y estilos en espacios modernos
En el diseño de oficinas modernas, los tonos predominantes serán los neutros, con el blanco y el gris como colores principales. Con estos tonos de base y colores más vivos para los elementos a resaltar se consigue un espacio de aspecto puro, y en el que los muebles, independientemente de su tonalidad, encajan sin muchos problemas.
En cuanto al estilo a utilizar, se puede optar por el elegante, con líneas depuradas y materiales nobles, o por el nórdico, en el que la madera cobra protagonismo en distintos elementos. Pero si hay un estilo que está creciendo con fuerza en los últimos tiempos en diseño de oficinas modernas es el industrial. Sobre todo, por sus características, que combinan sencillez y limpieza de formas y elementos con un cierto toque antiguo y sin artificios.
Como es obvio, el mobiliario debe ir en línea con el estilo de la oficina, por lo que para una oficina moderna habrá que optar por muebles también modernos. Sobre todo, los que tengan líneas puras y exentas de artificios. El metal y el cristal suelen tener una presencia importante en este tipo de oficinas. En cualquier caso, tanto los muebles como la decoración y el colorido de la oficina deben estar en consonancia con la identidad gráfica de la compañía para conseguir transmitir la imagen deseada a los clientes.