
La opción de los papeles pintados va ganando cada día más adeptos ¿Qué nos aporta esta fórmula decorativa para acabar convenciendo a tanta gente? Sin duda, es una manera asequible, sencilla y barata de proporcionar ese toque original y exclusivo que todos buscamos para nuestros hogares. Evidentemente, como cualquier otra solución, tiene pros y contras que te desvelamos a continuación.
Los actuales papeles pintados
Convendría comenzar señalando que los papeles pintados tienen su propia historia y han ido evolucionando acompasándose a los nuevos gustos y necesidades. Una transformación que no se refiere exclusivamente a sus diseños o los materiales en los que se fabrican. La variedad de texturas, calidades y estampados es impresionante.
Es que, además, tiene que ver con el planteamiento decorativo que se les da. Olvida esa tendencia propia de sus años dorados del siglo XX, cuando se empapelaban todas las paredes de una vivienda. Actualmente, los papeles pintados se reservan para una pared o a lo sumo dos, si la estancia es de grandes dimensiones.
Ventajas de empapelar
Que los papeles pintados estén cobrando cada vez mayor protagonismo es fácil de entender si eres consciente de las ventajas que aportan. Las principales se pueden resumir en estas:
- Exclusividad: el papel pintado te permite crear tus propias combinaciones, tan originales y personales como tú decidas.
- Fácil instalación: lejos de lo que se suele pensar, empapelar y desempapelar con los actuales modelos es una técnica sencilla, rápida y que apenas ensucia. La única precaución imprescindible es tener cuidado para que no se formen bolsas de aire.
- Cómodo mantenimiento: para los obsesos de la limpieza, las paredes empapeladas son perfectas porque basta pasar de vez en cuando un paño ligeramente humedecido. En espacios especialmente propensos a la suciedad como baños o cocinas, elige papeles pintados vinílicos.
- Resistencia: los papeles pintados duran impecables mucho más tiempo que otras soluciones para las paredes, entre otras razones por que son menos sensibles a los golpes y accidentes similares.
- Una solución muy flexible: se puede empapelar todo tipo de espacios, reducidos o de grandes dimensiones, con muchos recovecos o de paredes lisas porque los papeles pintados se recortan y empalman sin dificultad adaptándose a cualquier circunstancia.
- Ideal para camuflar imperfecciones: paredes mal alineadas, que presentan desconchones o dónde han quedado a la vista los agujeros de clavos que usaste para colgar cuadros o espejos quedan como nuevas si las empapelas. Incluso, es una forma sencilla de deshacerte del gotelé u otras «creatividades» que hayas probado en algún momento en tu vivienda.
Cómo sacarle el máximo partido a los papeles pintados
Si realmente quieres aprovechar todo el potencial de los papeles pintados, estas son las recomendaciones que nos dan interioristas y decoradores:
- Usa el papel pintado para delimitar una zona por su uso o para crear un ambiente: la pared dónde va el cabecero de un dormitorio, la esquina en la que has puesto el rincón de lectura o la pared del escritorio en tu despacho.
- Si te decides a empapelar dos paredes, opta por dos contiguas mejor que enfrentadas. Ese efecto continuidad proporciona mayor sensación de amplitud.
- Reserva los estampados con motivos de gran tamaño para habitaciones grandes, así evitas el efecto reiteración que puede resultar cargante.
- Pintar el resto de paredes con el tono del fondo del papel para conseguir una integración total del espacio.
- Aprovecha el juego óptico que proporcionan los papeles pintados para dar profundidad, alargar o ensanchar una habitación.
Si aún no estás convencido sobre la idoneidad de darle una oportunidad a los papeles pintados, no dudes en consultar a nuestro equipo de expertos. En Decorman contamos con profesionales que te proporcionarán toda la ayuda que necesites.