
Para reformar un restaurante no solo hay que tener en cuenta los deseos y necesidades de los dueños del local y su plantilla. Tampoco el estilo de la cocina. Además, es necesario tener en cuenta las necesidades de los clientes del establecimiento. Porque cuanto más a gusto estén en él, no solo por la comida, más probabilidades habrá de que regresen.
Por lo tanto, en la reforma de un restaurante siempre hay que tener presente al cliente. Buscar su comodidad y que se sienta a gusto cuando está en él. Si se consigue, es muy probable que comience a recomendar el restaurante.
Además, su aspecto hará que entren en él clientes nuevos, puesto que la primera impresión es decisiva para que muchos clientes se decidan o no a entrar. Y para ello tienen que ver que todo está dispuesto para que su experiencia sea la mejor posible. Todo esto habrá que reflejarlo en los planes de cara a la reforma, y hacerlo cuidadosamente. Porque el ambiente es uno de los puntos que los clientes tienen en cuenta para elegir restaurante.
Reformar un restaurante pensando en el cliente
Hay varios aspectos que los clientes valoran ajenos a la comida y que pueden tenerse en cuenta a la hora de reformar un restaurante. También cuando se vaya a decorar. Evidentemente, cada cliente es un mundo, y tiene su propio concepto de comodidad y confort. Pero hay algunas pautas que se pueden seguir para que se encuentre más a gusto tras reformar un restaurante.
Por ejemplo, la luz natural es muy importante. Pero también la artificial. Un espacio bien iluminado en todo momento proporcionará una sensación muy agradable. Llegar a un equilibrio entre luz natural y artificial es esencial para esa sensación de confort. También hay que tener en cuenta que los clientes del restaurante deben tener suficiente espacio para no sentirse agobiado.
Este es, quizá, uno de los aspectos más importantes para la comodidad del cliente: que el espacio no esté diseñado para sentir que está pegado al resto de comensales. En su lugar, las mesas han de tener una separación entre ellas que no resulte agobiante. Y además, su tamaño ha de ser adecuado para que los comensales no tengan que comer pegados unos a otros.
Esto es tan importante que en muchas ocasiones es más conveniente reformar un restaurante de manera que se pierdan un par de mesas que aprovechar en demasía el espacio y evitar que el cliente esté incómodo porque está pegado a los demás y pierda la sensación de privacidad.
Trucos para la reforma de un restaurante para el cliente
La mejora de la experiencia del cliente al reformar un restaurante se puede conseguir teniendo en cuenta varios trucos. Uno, como hemos visto, es primar la amplitud y la separación entre mesas para que los comensales estén cómodos. Además conseguiremos que el flujo de trabajo de nuestros empleados sea más fácil y así den un mejor servicio a nuestros clientes. Otro puede ser la construcción de un pequeño reservado a la entrada para guardar las chaquetas y abrigos de los clientes y que no tengan que colocarlos en el respaldo de su asiento.
También hay que dejar espacio suficiente para que los clientes puedan entrar y salir del local sin trabas. En la medida de lo posible, también hay que adecuar un espacio para que puedan esperar durante unos minutos en caso de que su mesa no esté preparada todavía.
Aunque no son la pieza principal del establecimiento, al reformar un restaurante hay que prestar una atención especial a los baños. Estas estancias suelen tener más importancia de la que parece en un restaurante. Los clientes los utilizan para lavarse las manos, retocarse un poco o incluso para tener un poco de intimidad en algún momento dado.
Por tanto, conviene darles un papel más protagonista del que se acostumbra en el mundo de la restauración. Es importante que haya un aseo para personas discapacitadas, además de aseos separados para hombres y mujeres. Y más de dos para cada sexo. También colocar varios lavabos, de tamaño suficiente para lavarse las manos con comodidad. Y cuidar la luz y el ambiente, que debe ser lo más agradable posible.
Estas son algunas de las pautas que se pueden seguir al reformar un restaurante para mejorar la experiencia del cliente, que quede satisfecho y regrese a comer de nuevo.