
Cuando vamos a realizar una reforma en una vivienda hay que dar una serie de pasos antes de poder iniciar las obras. Estos pasos, tal como sucede con todo lo que rodea a la obra (estudio, presupuestos, contrataciones, etc.) hay que planificarlos con cuidado. Porque antes de hacer cualquier la obra hay que preocuparse de cómo preparar la casa para una reforma. Y hacerlo con cuidado y fijándose en todos los detalles.
En la preparación de una casa para una obra hay que tener en cuenta tanto los aspectos internos como los externos. Esto es, hay que preparar el interior de la casa para que sufra lo menos posible y proteger muebles y enseres para que no se deterioren. Pero también hay que obtener los permisos necesarios para la obra. O comunicar a la comunidad que se va a hacer una obra para tener su consentimiento si la vivienda está en un bloque de pisos. Conocer cómo preparar la casa para una reforma es importante para no tener problemas. También para evitar desperfectos. Descubre cómo hacerlo.
Cómo preparar la casa para una reforma: en el exterior
Para tener claro cómo preparar la casa para una reforma, lo primero que hay que hacer es anotar todas las tareas a realizar para que no se te pase ninguna. Quizá la primera de todas es pedir los permisos de obra correspondientes. Si vas a hacer cambios en los tabiques o en la carpintería exterior te tocará pedir licencia de obra mayor. También si vas a reformar solo una parte de la vivienda, pero las reformas a realizar en las estancias en cuestión son de gran calado. Como las descritas.
En cualquier caso, lo más recomendable es que te enteres antes de qué permisos necesitas y de cuánto hay que pagar en concepto de tasas. Si no vas a hacer obras de mucha envergadura es probable que baste con hacer una declaración de obras, pero tienes que asegurarte de si es suficiente. Una vez tengas el permiso, y no antes, puedes empezar con las obras.
Además de estos permisos también habrá que comunicar a la comunidad de vecinos que te dispones a hacer una obra. No es necesario contar con su permiso expreso, pero si es bastante recomendable que se lo comuniques, al menos, al presidente de la comunidad.
Antes de la reforma: proteger muebles y estancias
Cuando tengas listo todo lo que hay que hacer antes de una obra es el momento de ver cómo preparar la casa para una reforma más a fondo. Lo habitual es que, por el alcance de las obras, haya que proteger muchos muebles. Habrá que vaciar estancias enteras, o por lo menos apartar muebles de las paredes y colocarlos donde no estorben. Por ejemplo, si se trata de pintar, habrá que colocarlos en el centro de la habitación. Pero muchas veces no es suficiente con esto. En esos casos habrá que meterlos en otras estancias.
Con los muebles más pequeños no hay mayores problemas para moverlos. Pero los más grandes sí pueden dar dificultades por su peso. Si no puedes moverlos habla con los operarios que vayan a encargarse de la obra para ver si pueden ayudarte. Cuando los retires cúbrelos para que no les caiga encima polvo de la obra, o pintura. Bastará con taparlos con unos plásticos de grandes dimensiones, o con unas telas viejas. Cuando se vaya terminando una habitación se pueden mover a ella los muebles que se van a colocar en ella si no estorban.
Si hay estancias que no se van a reformar sella su entrada para que no entre polvo y suciedad a su interior. Cierra la puerta y tapa sus juntas con cinta para conseguirlo. A continuación, haz lo mismo con las salidas del aire acondicionado y de la calefacción, si su instalación está integrada en la casa. También conviene proteger elementos de las habitaciones que no se vayan a tocar, como los marcos de las puertas, las puertas o los elementos de carpintería exterior. Pero de eso se encargará la empresa que hará la reforma. También de proteger las zonas comunes, con lo que todo estará listo para que las obras no causen ningún daño.