No todo son grandes obras si quieres mejorar tu vivienda. Hay pequeñas actuaciones que pasan desapercibidas y, sin embargo, juegan un papel muy importante estética y funcionalmente. Aprende cómo poner zócalo para proteger tus paredes y vas a entender a qué nos referíamos con eso de los pequeños detalles imprescindibles.
Queremos compartir contigo nuestros mejores secretos profesionales sobre cómo poner zócalo. Los expertos sabemos que es una buena forma de que pierdas el miedo a hacer reformas en tu vivienda y, además, el resultado te va a sorprender. Te damos todas las claves.
Empieza por saber qué es exactamente un zócalo y su función
Antes de entrar en materia y descubrirte cómo poner zócalo correctamente, es interesante recordar que los zócalos, también llamados rodapiés, son ese elemento decorativo que se coloca para rematar la unión entre la pared y el pavimento. Sin cuestionarnos esa función decorativa que indudablemente tienen, no es menos importante el papel que juegan como barrera protectora frente a golpes, salpicaduras o rozaduras. Además, sirven para disimular esas irregularidades que son tan habituales en las paredes de las viviendas. Y, no olvides que, en caso de una inundación actúa como aislante para evitar humedades en la pared.
En cuanto a sus diseños y los materiales en los que se fabrican, existe una amplísima gama para elegir. Desde los tradicionales rodapiés de escayola o yeso, a los elegantes modelos de madera o los prácticos sintéticos. Ten en cuenta que el material que escojas puede variar la forma de cómo poner zócalo.
El paso a paso de cómo poner zócalo
Aunque ya te hemos avisado que el tipo de zócalo que elijas puede complicarte el proceso de instalación, hay unas pautas comunes que siempre tendrás que seguir:
- Medir el perímetro. Es evidente que es imprescindible que sepas los metros de zócalo que necesitas. No sólo para comprar la cantidad justa, algo que agradecerá tu bolsillo y más si has elegido un modelo muy sofisticado. También, para calcular el resto de los materiales que te harán falta. Es importante que midas cada una de las paredes, aunque la estancia tenga una forma cuadrada, porque es casi imposible que sean exactamente iguales.
- Retirar el zócalo existente. Está claro que este paso te lo ahorras si no había ninguno instalado. Pero, si vas a renovarlo, este es un momento delicado porque podrías estropear la pared si no lo haces con una técnica correcta. Te recomendamos que primero pases un cúter por la parte superior del zócalo para retirar la pintura o sellador. Por el hueco que has creado, vete pasando una espátula para separarlo. Si quedan clavos insertados en la pared, debes sacarlos. Finalmente, rasca y repasa para eliminar cualquier resto de pegamento.
- Preparar los listones. Tanto si son de madera como de otro material, tienes que hacer un corte en un ángulo de 45 grados para encajar las esquinas, salvo en aquellos márgenes que van pegados al marco de una puerta. Corta todas las piezas y prueba que encajan bien antes de empezar a fijarlas.
- El pegado es el paso final de cómo poner zócalo. Una vez que has comprobado que no te has equivocado con las medidas, toca fijar los rodapiés. Aunque hay otras formas de hacerlo, la más sencilla y estética es usar algún producto adhesivo específico. Extiende generosamente esta masilla, coloca en su sitio y ejerce una ligera presión. Termina de fijar con unos suaves golpes con una maza de goma.
Poner zócalo para proteger tus paredes es una de esas “chapuzas” que podrías acometer por tu cuenta. Pero, si realmente quieres asegurarte un acabado perfecto, al menos deberías consultar y dejarte asesorar por profesionales. En el equipo de Decorman estamos encantados de resolver tus dudas y proponerte las soluciones que necesitas.