El estilo nórdico es una de las tendencias con más fuerza desde hace algunos años en la decoración del hogar. Las pinceladas de este estilo están presentes en muchas viviendas. Incluso las hay que, ante la sencillez y pureza de sus propuestas, han decidido adoptarlo en todas sus estancias. Pero no siempre es posible. También puede que no te atrevas a optar por la uniformidad de estilos en la decoración. En cualquier caso, puedes comenzar por aplicarlo en alguna de las habitaciones o zonas de la casa como complemento a otra estancia de estilo más moderno, aunque sobrio. Por ejemplo, el salón. Prueba por ejemplo con un comedor estilo nórdico.
El estilo nórdico, entre sus fines, además de resultar por supuesto agradable a la vista, y cómodo, conseguir que quienes estén en las estancias decoradas con sus características en mente se sientan bien. Por tanto, el comedor, que tradicionalmente es un espacio en el que la gente se reúne para comer y pasar un rato agradable en compañía, parece el espacio perfecto para aplicar este estilo. Eso sí, para conseguir un comedor estilo nórdico perfecto hay que tener en cuenta todas sus claves.
Comedor estilo nórdico: las claves para su decoración
Para conseguir un comedor estilo nórdico, aparte de las particularidades que hay que observar en decoración para este espacio, también hay que aplicar las generales de dicho estilo. Las principales líneas que siempre hay que tener en cuenta para un comedor de estilo nórdico es que tiene que dar sensación de luminosidad. Para ello, además de intentar situarlo en un punto con abundante luz natural, se puede jugar con los colores. El blanco ha de ser el color predominante, o bien los colores muy claros, como el beige claro o el vainilla.
Otro de los puntos fuertes de este estilo, y que no pueden faltar en un comedor de estilo nórdico, es la madera. Por tanto, es aconsejable que la mesa del comedor esté fabricada con este material. Su encimera puede ser en madera natural o lacada en blanco o tonos claros. Pero siempre ha de tener las patas al aire, puesto que en un comedor estilo nórdico, igual en el resto de las estancias con este estilo, las patas de los muebles no se esconden. Generalmente, eso sí, será alargada, para que las sillas puedan disponerse alrededor de ella de manera que los comensales estén cómodos.
Aparte del blanco, el negro también está presente en el estilo nórdico, por lo que no debe faltar en un comedor de este estilo: bien en las sillas o en alguna parte de la mesa. Eso sí, el estilo nórdico es poco amigo de los muebles o elementos superfluos, por lo que la decoración y el mobiliario serán sencillos y funcionales.
Complementos para el comedor
Para decorar un comedor no basta con una mesa y unas sillas, o uno o dos aparadores. También hay que tener en cuenta los complementos. Entre ellos, los textiles. Otra de las características del estilo nórdico es el gusto por los tonos naturales, y también por los materiales que lo son. Así, por ejemplo, si las sillas son tapizadas o tienen cojines, estos tendrán una tela en algodón, lino u otros materiales similares. Generalmente su color será crudo o tostado suave. También pueden ser de un tono pastel: verde, azul, malva, etc. Lo mismo sucederá con la mantelería, que destacará por su sencillez y la ausencia de recarga en los estampados. Si los hay, serán geométricos.
En muchos comedores la mesa se sitúa sobre una alfombra. En el caso de un comedor estilo nórdico, esta debe ser de materiales naturales, y colores claros. Preferiblemente, crudo o tostado. Todo pensado para que la atmósfera sea cálida, agradable y familiar.