Porches de obra cerrados

Nunca como en este momento, hemos aprendido a valorar la posibilidad de disponer de un espacio exterior extra en nuestras casas. Evidentemente, los porches de obra cerrados, de los que nos ocupamos a continuación, son solo una opción para los afortunados que residen en una vivienda unifamiliar y cuentan con un patio o jardín propio. Pero, ¿por qué interesa más esta fórmula que otros acondicionamientos? ¿Qué caracteriza a un porche de obra? ¿En qué situaciones es la mejor elección? Estas son algunas de las cuestiones que procedemos a aclarar.

¿Qué es un porche y sus características diferenciadoras?

La forma más sencilla de visualizar qué es un porche es recordar una película o serie estadounidense. Son esa especie de “terrazas” ubicadas en la fachada o parte trasera de las casas unifamiliares americanas, con una mecedora o sillón balancín y algunas macetas con flores, en el que siempre se desarrollaban las escenas más emotivas entre los protagonistas.

Técnicamente, se definen como unas estructuras techadas adosadas a una vivienda por uno, dos o tres de sus laterales. No son elementos exclusivos de edificios residenciales, también puedes encontrártelos en locales comerciales u oficinas. Los porches de obra cerrados son los que disponen de algún tipo de acabado (fijo o móvil) que tabica todo su perímetro. En estos, el aislamiento térmico y la protección frente a las inclemencias climáticas de todo tipo es total.

La clave para que los porches de obra cerrados se conviertan en el centro de tu hogar es elegir un cerramiento de calidad, que realmente aísle y proteja. Además, la parte estética también debe estar cuidada para que se integre con el resto de la construcción.

Las ventajas de los porches de obra cerrados

Como hemos señalado, los porches inicialmente son estructuras abiertas, aunque con techo y con alguno de sus laterales anexo a la vivienda. Es decisión de cada propietario, acometer la reforma correspondiente para transformarlo. Si es tu caso o estás dudando la idoneidad de hacer esta obra, te resumimos las ventajas de los porches de obra cerrados:

1. Son espacios hábiles todo el año

Solemos pensar en salir al exterior en los meses en los que el calor aprieta. Sin embargo, en el otoño y el invierno, cuando las horas de sol son menos y las condiciones climáticas invitan a no salir de casa, es todo un lujo contar con un rincón donde disfrutar de luz natural y estar cómodamente instalados para descansar o realizar distintas actividades.

2. Añaden una estancia más a las viviendas

Los porches de obra cerrados se convierten, en la práctica, en una habitación extra de tu hogar. Dependiendo de tus preferencias o necesidades, puedes habilitarlo como despacho, como salón-comedor, como dormitorio, sala de juegos, gimnasio… ¡Los límites los pone tu imaginación! Lo único que debes tener en cuenta es elegir el cerramiento que resulte más funcional para el uso que vayas a darle.

3. Los porches de obra cerrados mejoran la climatización general

Al estar incorporados a una parte de la vivienda (frontal, trasero o lateral), los porches de obra cerrados te permiten optimizar el aislamiento térmico de toda la edificación o, al menos, de la parte dónde se instalan. Ejercen como barrera de protección para que el calor o el frío no incidan directamente en el interior de las casas.

4. Proporcionan una mayor coherencia estética

Los porches son una prolongación de la vivienda hacia el exterior. Desde el punto de vista arquitectónico, su existencia permite ciertos juegos de volúmenes que son muy interesante para que el resultado final sea más armónico.

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